Solo una más...
He decidido escribir un diario,
contar mis vivencias a lo largo de mi vida, darles a conocer como soy, que
hago, que va a suceder conmigo, mis experiencias.
Aquí estoy junto a mis 100000
hermanas cuyos nombres son los mismos que el mío. Acabamos de nacer y ya nos están separando y
transportando a diferentes lugares del país, pese a que nacemos cada día
millones, nunca es suficiente para los hombres.
Actualmente me encuentro en un
supermercado en el centro de la ciudad, abren de 10:00 am a 20:00, por esta
época al acercarse navidad esperamos mucha afluencia de personas, vienen a
comprar sus regalos o lo primero que encuentran para no quedar mal.
Estoy un poco emocionada, pero
también asustada, soy muy joven y me encuentro en estos trajines. Hay varios
rumores que una no sobrevive en este mundo, que nos maltratan, abusan de
nosotras, nos ensucian, nos agrietas, abandonan en las aceras. La verdad espero
que sean simples rumores, y pueda tener una larga vida, pueda ser útil y hasta
me puedan querer. Se que es mucho soñar, pero estoy a la espera, ansiosa e intranquila.
Abrieron las puertas !que emoción!,
acabo de ver dos niños jugando en los pasillos, uno de ellos quiso llevarme,
pero el otro le dijo que ya tienen muchas en casa y no desean una más. Eso me
dejó triste ¿acaso ya no necesitan de mí?, mejor espero un tiempo más, a lo
mejor tengo más suerte al igual que mi hermana mayor y me voy con la viejita
del piso 28.
Esperando muy cerca del vendedor,
en ocasiones él me acomoda, me vuelve a colgar, ahora es el momento, entró una
familia, se nota que vienen a comprar muchos víveres, han cogido: yoguth,
leche, pan, queso, jamón, azúcar, harina, arroz, mantequilla, fideo y otras cosas que no alcanzo a ver.
Ahora en caja han ido cogiendo a
muchas de mis hermanas y es mi turno, al fin estoy cumpliendo mi trabajo. Me
llevaran a un hogar, se nota que son estables, hasta han vendido con su
mascota, somos muchas las que vamos con ellos, la verdad es más emocionante de
lo que esperé.
Estamos juntas, reunidas en el auto
en la parte de atrás, todas con angustia cumplen su función, estamos felices,
queremos conocer nuestro nuevo hogar. Mientras viajamos a nuestro destino el
conductor acelera y frena muy deprisa, lo que ha provocado un golpe muy fuerte
a todas las que vamos atrás, una de mis hermanas tuvo una fisura, está herida, espero que en casa la puedan arreglar.
Hemos parado al fin, una a una nos
están llevando a la cocina, la familia ha empezado a ordenar los víveres en las
alacenas y nosotras…
Nosotras a la basura, una a una nos
han arrugado y arrojado en un bote oscuro con tapa, no importa como estemos, no
importa nuestra función, simplemente nos han desechado, al menos he podido
contabilizar veinte de mis hermanas, parece que fue ayer que nacimos y ahora
juntas en el puesto de los desperdicios.
La verdad no es justo, pero ya ven
estamos esperando lo peor, acabo de escuchar a la señora que es necesario sacar
de inmediato el tacho de basura, pues en pocos minutos viene el recolector.
El esposo nos ha traído afuera
encerradas a oscuras. Siento el pito de un camión, al parecer es muy grande y
huele terrible, un aroma a muerte, a deterioro, abandono, la verdad estoy más
asustada de lo que me imaginé, pensé que todos eran rumores, pero al parecer es
la auténtica realidad.
Hemos llegado a un botadero,
gracias a una botella rota hemos podido ver la luz, pero la verdad hubiera
preferido permanecer encerrada y no ver toda esta atrocidad.
Hay focos, vidrios, pilas,
desperdicios de comida, ropa, zapatos, animales muertos, vasos, hasta
televisores, realmente es un basurero lleno de muerte, todo esto producido por
el hombre, por la raza humana, por los seres de alta inteligencia.
Somos millones y millones de fundas
que desechan diariamente en todo el mundo. Las fundas podemos ser
útiles, pero el mal uso, la falta de conciencia ha hecho que nos convirtamos en
un verdadero problema para el medio ambiente, animales mueren por ingerirnos,
por ello, por mis demás hermanas, primas, amigos hechos con plástico, les
pedimos mayor conciencia, no nos usen si realmente no nos necesitan.
Comentarios
Publicar un comentario