TERRA



Terra, suprema, fuerte, afable, poderosa y legendaria. Su sueño más grande era ser madre, tener entre sus entrañas vida, brindar cariño y amor sin medida. Un día supo la gran noticia, seria madre de mellizos.
Preparó sus horizontes, sus campos y ríos, preparó sus montañas para el abrigo, anidó para la llegada con infinidad de cariño, atesoro el aire, el sol y el agua.
Regocijo su notica, arcoíris aparecían en la mañana y en la noche las estrellas brillaban con ahínco.
Terra soñaba con la llegada de sus hijos, sabía sus nombres y sus rostros,  ilusionada lo preparó todo. Y en una noche brillante alumbró, emprendió la dura tarea de moldearse, fue madre, con regocijo y fascinación los cuidó, los abrazó en su lecho, para que crezcan fuertes y saludables.
Los llamo Natura y Anima, dos pequeños juguetones, felices, cariños con su madre. Cada uno preocupado por y para la vida, se cuidaban entre ellos, muy unidos y sinceros.
Natura era fuerte y vivas como su madre, cubierta de hojas, plantas grandes y pequeñas, flores de colores, raíces inmensas y cautivadoras; cuidaba de su hermano en cada momento.
Anima en cambio era un pequeño salvaje, lleno de furia y calidez, tenía varios corazones palpitantes dentro de sí, grandes y pequeños, unos con alas, otros rastreros. Vivía a la sombra y cuidado de Natura.
Un día Terra decidió tener otro hijo, indefenso desde que nació, siempre necesitó más cuidados que los demás, lo llamó Human. Sus hermanos lo protegían a cada paso, lo alimentaban, bañaban y abrigan. Pero a medida que iba creciendo la actitud empezó a cambiar y con feroz amargura otros planes emprendió.
Quería el poder de su madre, los recursos y vida de sus hermanos. Su rostro, su energía fue transformándose y con una vil amargura mucho daño causó, a su madre y hermanos los abrazó, como una feroz serpiente los aniquiló.
Uso sus recursos, contaminó los ríos, los mares y montañas explotó. Terra, Natura y Anima fueron poco a poco muriendo, envueltas por una oscura sombra del terror del hermano menor.
La sed de poder, de riqueza lo engañó tanto, dejándolo solo, aturdido y envenenado. Sin su madre y hermanos sobrevivió en la penumbra del smog. El nunca entendió la importancia de su familia, de su hogar. Lastimó, hirió y envenenó todo lo que estuvo a su paso.

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